¿Qué les pasa a los calabacines?
No sé qué pasa con los calabacines, estos últimos veranos ha sucedido varias veces, que fructifican, pero enseguida los pequeños calabacines se ponen malos en la punta, quedan blanquecinos y terminan por pudrirse. La planta parece sana, y aunque estamos en una zona fría, calor del sol no les ha faltado.
José Miguel Martínez, Estella (Navarra)
Respuesta de Carlos Romaní
El calabacín es cierto que gusta del calor, por eso la planta seguramente se dará bien, y de hecho dices que florece y da frutos, pero estos no prosperan. El problema puede deberse a una falta de humedad, pero seguramente es debido a una mala polinización, porque esta no depende sólo del viento, sino que necesita polinizadores. Cuando hace mucho calor o mucho frío, y estos veranos han sido especialmente tórridos, las abejas, que son las principales polinizadoras, no acuden a recolectar néctar y polen y esos calabacines quedan sin polinizar adecuadamente, de ahí que el pequeño calabacín no tenga fuerza y se pudra. Un remedio extremo es que si no tienes muchas plantas polinices tú mismo cada flor hembra. Se hace recogiendo por la mañana el polen de los estambres de la flor macho con la ayuda de un pincel o frotando los estambres de la flor macho, cargados de polen, sobre los pistilos de la flor hembra, que se distingue porque tiene en su base un peciolo grueso, como si fuera un pequeño calabacín todavía sin desarrollar. Es importante hacerlo por la mañana temprano, en cuanto se abran las flores, porque es cuando están receptivas.
Hay otros polinizadores que también podrían polinizar, por eso debes atraerlos facilitándoles alimento a lo largo del año, con setos, con bandas florales silvestres o cultivadas, por ejemplo plantar pequeñas hiladas de salvias, lavandas, asters, tajetes, o intercalar plantas de facelia, borraja, capuchinas… y fomentar la aparición de plantas silvestres que florezcan en tu hábitat. Toda esta biodiversidad será atractiva para las plantas y para los pequeños polinizadores, que cada día comprobamos nos son más necesarios, y que están en gran riesgo de desaparición por prácticas convencionales químicas. La agricultura ecológica se muestra precisamente como la mejor vía de adaptación a los problemas que surgen del calentamiento global.