Las especies más comunes en nuestro país son babosas Limax sp., Agriolimax sp., Deroceras sp. y caracoles Helix sp. Los caracoles tienen su mayor actividad durante la noche y en días nublados y húmedos. Depositan los huevos en masas enterradas de hasta un centenar, semejantes a perlas pequeñitas. La afección de caracoles y babosas en el huerto ecológico se manifi esta generalmente por huecos en las hojas, con síntomas similares a los producidos por las orugas. Devoran los brotes jóvenes, las hojas tiernas y las plántulas, dejando tras de sí una baba que los delata, y que una vez seca da un aspecto plateado en la hoja. Aparecen roídas desde las primeras hojas de la acelga hasta los ápices de las flores del calabacín. Con la saliva humedecen el tejido vegetal, lo sostienen con la mandíbula y lo raspan con los “dientes” arrancando trozos de tejido como si fuera un rallador.

Para su control es preferible hacer uso de medidas preventivas tales como regar en las primeras horas del día, permitiendo que se seque la tierra antes del anochecer; evitar acolchados de paja si la zona es muy húmeda; potenciar la presencia de sus depredadores naturales: escarabajos, erizos, sapos, patos y gansos; y proteger a las plántulas tras el trasplante con botellas invertidas, por ejemplo.

Si ya tenemos un exceso de caracoles y babosas habrá que actuar directamente. Se conocen multitud de métodos caseros, entre los que destacan esparcir ceniza, cáscaras de huevo troceadas o serrín muy seco alrededor de los cultivos sensibles, para desecarlos. Pero esto deja de ser efectivo cuando se humedecen. Otra técnica muy extendida consiste en enterrar un recipiente de boca ancha a ras de suelo y llenar la mitad con cerveza. Las babosas acudirán a beber y se ahogarán, pero tiene un efecto llamada. Si se pretende capturarlos, por ejemplo como alimento para las gallinas, se pueden colocar tejas o macetas volteadas que les sirvan de cobijo y faciliten su recogida a la mañana siguiente. Por último, comercialmente se distribuye un producto autorizado en agricultura ecológica, un granulado azul a base de fosfato férrico (ver a la izquierda) que inhibe el apetito del caracol o babosa y es muy efectivo.

 Alexei Cortina