Podar o no podar los frutales
¿Es cierto que algunos frutales no necesitan de poda o simplemente una poda muy suave? Por ejemplo, he escuchado decir que es mejor no podar los ciruelos para evitarles ataque de pulgón. ¿Nunca hay que podarlos?, ¿y cómo se regenera de ramas secas o caídas?
Txema Azkarraga. Pamplona
Respuesta de Andreu Vila
La necesidad de la poda viene dada por el interés de regular la producción (estable en los años) y su calidad. En mi opinión, es mejor podar todos los frutales anualmente (incluso dos veces: invierno e inicio de verano). La intensidad de la poda dependerá del vigor del árbol. Por ejemplo, si un árbol tiene mucho vigor y lo podamos fuerte, su reacción será un exceso de crecimiento vegetativo y, por tanto, más sensibilidad al pulgón (tal y como dices en el tema del ciruelo). También nos debemos fijar en el tipo de madera en que fructifica cada especie. Cuantos más años tiene la madera de producción, más suave suele ser la poda. Por ejemplo, el melocotonero trabaja en madera de un año y por tanto requiere una poda más fuerte; por el contrario, el ciruelo europeo trabaja en madera de tres y cuatro años y se realizará una poda más suave. En cuanto a las ramas secas o caídas, se deben retirar al igual que se deben podar las ramas que impidan el paso de la luz a las partes bajas del frutal. (Para más detalle sobre el tema, ver mi artículo “La poda, un diálogo con nuestros frutales”, publicado en el nº 43).