Cuidados en la recolección y podas

Estamos en época de recolección de habas y esta labor hay que hacerla con ciertas precauciones. La buena realización de esta labor es clave para prevenir enfermedades. La recolección se hace normalmente a mano, lo que provoca que en ocasiones se desgarre el tallo de la planta al estirar del fruto. Estas heridas servirán como punto de infección y penetración para algunos hongos que colonizarán los tejidos de la planta provocando un deterioro prematuro de la misma, lo que conlleva una reducción de la cosecha. Lo aconsejable es que, en lugar de dar un tirón a la vaina, debemos retorcerla ligeramente hasta que se desprenda. De esa manera la herida provocada es mínima y cicatriza con facilidad.
El peligro de producir desgarros está muy presente no sólo al recolectar habas sino también cuando hacemos podas de tomates, berenjenas, pimientos, o cuando decidimos cortar una rama gruesa. Las ramas más gruesas deben cortarse con una tijera y no con la mano, ya que en estos casos seguro que provocaremos desgarros. Los brotes pequeños que se eliminan con los pinzados pueden eliminarse a mano sin problemas, girándolos con suavidad, lo que los suelta del tallo.
La herramienta de poda debe estar bien afilada. En el caso de que podemos alguna planta con síntomas de alguna enfermedad hay que desinfectar la herramienta con una solución de agua y lejía. Bastará con preparar una botella pulverizadora de 500 cl de agua con un 2% de lejía. Pulverizaremos la cuchilla de la tijera después de podar una planta sospechosa para evitar transmitir la enfermedad por todo el huerto con la poda, cosa que ocurre en ocasiones.
En el caso de que se produzcan desgarros debemos inmediatamente utilizar un fungicida natural que limite la entrada de hongos. Por ejemplo, soluciones a base de cobre (oxicloruro de cobre, caldo bordelés) o cicatrizantes elaborados a base de arcillas y aloe vera. Se prepara un caldo de cobre o una pasta con la arcilla y se moja o impregna la herida con un pincel.
Alberto Llopis (Ashorta)