Consuelda en el compost
He oído algo sobre la consuelda, una planta que se puede poner en el compost para mejorarlo, pero no sé cómo se hace ni si hay que poner mucha, o cuándo, o si solo sirve la llamada consuelda de Rusia, ¿me podríais orientar un poco? Maite Ledesma Vicente, Logroño (La Rioja)
Respuesta de Carmen Bastida
La consuelda es una planta forrajera vivaz, que en clima húmedo crece sin dificultad a lo largo de primavera y verano, de manera que le puedes dar hasta tres cortes: en junio la cortamos a 5 cm del suelo, enseguida brotarán nuevos pies que podremos cortar al cabo de un mes y de nuevo a finales de octubre, después entrará en reposo invernal.
Hay distintas variedades, y es posible que la encuentres silvestre Symphytum officinale L. en alguna arboleda cerca del río, también puedes comprar y plantar consuelda de Rusia (Symphytum uplandicum L.), que tiene las hojas más grandes y abundantes y parece ser que tiene más propiedades, luego ella se extenderá o podrás multiplicarla dividiendo el cepellón o raíz.
La consuelda nutre el compost y activa el proceso si aportas las hojas frescas, o un extracto que resulta de fermentar 1 kilo de hoja fresca en 10 litros de agua de lluvia o agua de calidad (puesta al sol 3 días si hace fresco) y lo dejas fermentar tapado 2 o 3 semanas, según el calor. Los restos de hoja y el extracto resultante los puedes echar al compost. Si lo diluyes un 20% podrás regar la tierra para que su contenido en alantoína estimule la multiplicación celular de las plantas y ayude a cicatrizar posibles heridas (tras la poda, tormenta de granizo, en el trasplante…). Si lo diluyes al 5% lo puedes aplicar sobre las plantas. Actúa reforzando la salud del cultivo e inhibiendo las bacterias no deseables. Les encanta a las plantas de tomate, de alubia, de patata, que gustan del potasio en la tierra y en general fortalece a todas. Por eso puedes regalarles con un poco de compost instantáneo enterrando superficialmente hojas troceadas de consuelda, en la proporción de 1,5 kg por metro de bancal, o simplemente un puñado cerca del tallo, o puedes poner las hojas ya un poco mustias sobre la tierra, tapadas con material verde y así formas un compost de superficie que enriquecerá una tierra pobre.