La tierra que tengo es muy arcillosa ¿Qué puedo hacer para mejorar su estado? Emilio. Lezaun (Navarra)

Respuesta de Carmen Bastida
La tierra arcillosa es más rica, retiene bien el agua y los elementos nutritivos para las plantas. Por el contrario es difícil de trabajar y se recalienta lentamente en primavera. Se queda demasiado plástica si está húmeda y demasiado dura si está seca. Lo cierto es que no es la tierra peor, pero requiere tener paciencia y no trabajarla nunca húmeda. Hay que poner especial cuidado en esto porque si la remueves cuando está mojada, luego al secar quedará con grumos y tormos duros como piedras. Estas tierras debes trabajarlas siempre en otoño, con una horca de doble mango sin voltear si es un pequeño huerto o con un apero que haga una labor superficial y dejar que los hielos del invierno se ocupen de desmenuzarla. Doble labor será si además siembras un abono verde que también el hielo del invierno se ocupará de trocear. En el nº37 hablamos de los abonos verdes. Esta tierra también mejorará si le echas compost, pues aporta vida microbiana, que es la que en realidad “trabaja” en mejorar esa tierra. El compost siempre se aporta en superficie, incluso puedes aportar materia orgánica sin descomponer, para hacer un compostaje en superficie. Si lo enterramos, seguirá una descomposición anaerobia y será perjudicial. Cuando hayas sembrado o plantado, lo mejor será acolchar esos cultivos para evitar que se sequen demasiado rápidamente, asfixiando las raíces de las plantas. Si son árboles o arbustos no tendrás tanto problema. Una técnica nueva para alimentar y mejorar la tierra es el BRF o madera de ramas fragmentada (que comentábamos brevemente en el número anterior y del que publicamos un artículo en el nº 33).