C on el lombricompostaje podrás iniciarte –o profundizar– en la apasionante y enriquecedora práctica de obtener humus de lombriz. Por un lado, podrás reciclar residuos (del hogar, de la huerta, de la escuela, de la finca agrícola…) y obtener un excelente abono que incrementará la fertilidad de la tierra, el vigor de las plantas y la productividad de tus cultivos. Descubrirás también las aplicaciones y efectos del té de compost, y las diferentes maneras de hacer lombricompost –según el volumen de residuos y el espacio con que cuentes–. Excelente para su aplicación en jardinería, huerta, actividades pedagógicas y escolares y para profesionales de la jardinería, la agricultura y fruticultura ecológicas.

El siguiente extracto del libro Elabora tu propio lombricompost ha sido adaptado para la web.


El lombricompost en zanjas semienterradas quizás sea el método más práctico y eficaz de lombricompostaje para volúmenes medianos o grandes de estiércol o materias orgánicas diversas.

Dispondremos de una zanja ligeramente enterrada (20 a 40 cm) de entre 80 cm y 1 m de anchura y con la longitud que dispongamos o precisemos. Podemos realizar unas paredes laterales con ladrillos o maderas que delimiten los bordes del espacio al tiempo que evita o limita la migración de las lombrices.

Se inicia el arranque en un extremo de la “era” o zanja, depositando un lecho de lombrices y materiales compostables, dándole forma de pendiente inclinada. A las 4 o 5 semanas –una vez aclimatadas las lombrices a su nuevo hábitat–, se van añadiendo progresivamente capas inclinadas y superpuestas de los materiales orgánicos a compostar. Depositaremos las nuevas capas siempre en diagonal, lo que facilita el movimiento de las lombrices (desde las zonas ya procesadas, hacia los nuevos materiales orgánicos que iremos aportando), hasta llenar por completo la zanja.

Si vivimos en una zona seca o con pocas precipitaciones de lluvia, tendremos que regar de tanto en tanto el sustrato a fin de crear las condiciones ideales de vida y trabajo de las lombrices. El sistema ideal de riego consiste en disponer de un entramado (en forma de parrilla) de tubos de goteo localizado (con separaciones de unos 15 a 20 cm) conectados a un programador de riego, de modo que una o dos veces por semana “riegue” el sustrato durante unos 10 a 15 minutos (según el caudal de los goteros). Esta “parrilla de riego” podemos ir desplegándola de manera que al cabo de 3 a 4 meses las zonas de lombricompost ya elaborado dejarán de recibir riego, propiciando que todas las lombrices se desplacen hacia las zonas más húmedas –con los materiales aún por degradar– dejando libre y disponible para su extracción y uso el lombricompost elaborado.

Como las lombrices se irán desplazando en el sentido de las nuevas capas de materiales orgánicos que vamos depositando, las capas iniciales irán quedando al lado opuesto, por lo que al cabo de unos meses estarán bien descompuestas y libres de lombrices, resultando muy fácil la extracción del lombricompost elaborado, sin la tediosa tarea de cribar o separar las lombrices del lombricompost. Cuando las nuevas capas de materiales orgánicos lleguen al final de la zanja, tenemos más de la mitad del lado opuesto de la zanja ya vacía de lombricompost ya elaborado, por lo que reiniciaremos de nuevo el proceso colocando una capa de compost con lombrices al inicio de la zanja. Quizás, uno de los pocos inconvenientes de este sistema es que no caben muchas posibilidades de recuperar los lixiviados que se producen con los riegos y las lluvias.

Lombricompostaje en montones

El lombricompost realizado en montones de capas superpuestas es el sistema más habitual en las granjas de lombricompostaje, en donde se dispone de grandes volúmenes de estiércol y en las que de forma regular se van superponiendo capas del estiércol o de los materiales orgánicos a reciclar, hasta alcanzar una altura máxima de entre 1 m y 1,50 m (dependiendo del tipo de estiércol o de la textura de la materia orgánica a compostar).

La simplicidad del sistema va unida a la complejidad de poder separar las capas superiores –en las que estarán la mayoría de las lombrices cuando una parte importante del estiércol ya está compostado–de la parte inferior donde se halla el lombricompost ya elaborado. Aunque la mayoría de profesionales que se dedican a la cría industrial de lombrices y a la elaboración del preciado lombricompost optan por la opción más simple. Consiste en dejar de darles de comer durante unas semanas y empezar a depositar las nuevas capas del estiércol o materias orgánicas en franjas paralelas justo al lado del montón inicial, con lo que las hambrientas lombrices migran hacia el nuevo montón, dejando libre el montón de lombricompost ya elaborado.

Este tipo de lombricompostado podemos realizarlo sobre losas de hormigón con canaletas laterales, para recuperar los lixiviados que se producen tras el riego o en las épocas de lluvia.