El boniato es una planta hortícola de las familias de las Convolvuláceas, al igual que la correhuela (Convolvulus arvensis L.). Su nombre científico es Ipomoea batata L. y tiene como origen el continente americano. Sus tubérculos carnosos tienen mucho interés tanto para consumo humano como para el ganado, desarrollándose perfectamente en climas muy cálidos donde la patata tiene más problemas.

Es una planta de climas cálidos que no se puede cultivar con temperaturas inferiores a 12 grados. En numerosas comarcas se cultiva desde mediados de primavera (de abril a junio) hasta inicios del otoño, en que la planta empieza a secarse y se hace la recolección. Las lluvias otoñales pueden deteriorar la cosecha ya que el tubérculo debe estar seco para garantizar una buena conservación.

Previo a la recolección

Según la climatología, y según las variedades, la recolección llega bien entrado el otoño (octubre-noviembre). Antes de recolectar los tubérculos se retira la parte foliar, que puede darse como forraje a los animales, y luego se procede a sacarlos de la tierra con cuidado de no romperlos con la herramienta.

La recolección se debe hacer siempre antes de que lleguen las heladas, lo cual debería haberse tenido en cuenta en las zonas más frías, donde no se puede retrasar mucho la plantación, pues la planta necesita de 4 a 6 meses (según variedades) para madurar los tubérculos.

Los signos que nos indican el momento óptimo para cosechar son el cambio de coloración en las hojas –se vuelven amarillas o pasan a tonos rojizos o pardos– y que los tubérculos apenas producen látex cuando les hacemos un corte.

• No recolectar en días lluviosos.
• No arrancar con temperaturas altas ni con menos de 8 °C.
• Arrancadlos cuando estén maduros.
• Dejad de regarlos 2 días antes de la recolección, para que se endurezca la piel de los tubérculos.

El curado

Es muy conveniente dejarlos secar antes de almacenarlos, pero además es recomendable realizar un curado del boniato, porque mejora las características organolépticas al aumentar el dulzor y el aroma, pues disminuye la cantidad de almidón y aumentan los azúcares presentes. El curado se inicia inmediatamente después de la cosecha, se colocan a una temperatura de 30 °C y a una humedad relativa del 85-90%. Tradicionalmente se dejaban solear tres o cuatro días sin preocuparse de si verdean algo, ya que no producen solanina como las patatas.

El almacenado

• Para evitar problemas de hongos no almacenaremos boniatos todavía húmedos.
• No los guardaremos expuestos al sol, sino protegidos de la luz o en lugares en penumbra.
• Evitaremos los golpes.
• Hay que almacenarlos limpios, sin tierra ni raíces brotadas.

Alberto LLopis (Ashorta)