Desearía consultaros sobre la forma idónea de conservación de ajos y cebollas. Sobre todo de cara a la siembra de ajo al año siguiente.
Luis Sánchez, Arcos de la Frontera (Cádiz)

Respuesta de Plácido Tainta sobre los ajos
El ajo, para conservarse bien no debe cultivarse en una tierra con demasiado nitrógeno ni materia orgánica en exceso, porque la cabeza se abre y al no quedar los dientes juntos, compactos, luego tiene peor conservación. También hay que elegir buenas variedades, sobre todo si luego quieres guardarlos para simiente. Los ajos chinos, por ejemplo, se ahuecan enseguida, los blancos, y también algunos ajos morados que no son de buena calidad, tienen peor conservación. El ajo que cultivo, de la variedad “de Falces” (ver artículo en el nº 55) es algo más pequeño que el blanco, de piel tirando a rosácea, terminado el cultivo quedan las cabezas prietas y se conserva muy bien. Para que los ajos te aguanten bien sin ahuecarse y te sirvan de semilla hay que guardarlos a la sombra, en lugar ventilado y seco. Se conservan muy bien trenzados o en ramos, para tenerlos colgados, aireados.

Respuesta de Mariano Bueno sobre las cebollas
Generalmente conviene que cuando cosechemos cebollas para guardar las dejemos durante unos días al sol en un lugar ventilado, a fin de que se sequen la partes tiernas que podrían quedar y que son susceptibles de pudrirse si las almacenamos en un lugar oscuro y húmedo. Cuando estén bien secas las almacenaremos en un lugar fresco pero ventilado y procurando que no les dé directamente el sol, más bien a la sombra, ya que el exceso de calor y la radiación ultravioleta les puede dañar. Sobre todo es muy importante elegir cosecharlas en días secos y soleados, arrancándolas al mediodía, para que tengan tiempo de secarse las raíces. Maria Thun –autora del calendario Biodinámico–, realizó experiencias de conservación de cebollas cosechándolas en diferentes días regidos por distintas constelaciones estelares. La mayoría de las cosechadas en días “hoja”, se pudrieron casi todas antes de uno o dos meses de la cosecha. Mientras que las cebollas cosechadas en días “fruto” se conservaron sin problemas más de cuatro o cinco meses, estropeándose o pudriéndose apenas un 10%. Hay que tener en cuenta también que algunas variedades de cebollas como la “Babosa”, sólo son aptas para su consumo en fresco y tenderán a estropearse o a germinar. En el Levante, aquellas cebollas de variedades de consumo en fresco que no han sido consumidas en su momento, las plantamos a plena tierra a finales de verano –septiembre en mi región–. De cada cebolla emergerán varios brotes que darán lugar a la misma cantidad de cebollas tiernas al inicio de la primavera.