Los sírfidos, controladores de plagas

Son insectos de gran interés pertenecientes a la familia de dípteros, y poseen una característica morfológica de la denominada mimetización batesiana. Es decir, que para su defensa buscan un notable parecido con abejas y avispas sin presentar ningún tipo de amenaza real. Para diferenciarlos de estas hay que fijarse principalmente en los ojos, ya que en los sírfidos son considerablemente más grandes.
Existen cerca de 5.400 especies de sírfidos, agrupadas en 180 géneros y 3 subfamilias. En su estado adulto los sírfidos se alimentan principalmente del néctar y polen de las flores contribuyendo a la polinización, es por esto que se les conoce también como mosca de las flores. Su vuelo es muy característico, poseen una increíble capacidad de suspenderse en el aire totalmente y avanzar en cualquier dirección sin la necesidad de girar su cuerpo.
A nivel agronómico su mayor ventaja es la capacidad que tienen las larvas de la subfamilia Syrphinae de alimentarse de distintos insectos plaga como pulgón, mosquitas blancas, cochinillas y trips. Una larva de sírfido es capaz de consumir hasta 700 pulgones en 10 días. Estos insectos si no fueran controlados por las larvas de sírfidos además de causar un daño físico, podrían también ser vectores de transmisión de virus entre las hortalizas.
Los sírfidos controladores de plagas pueden estar en diferentes fases de desarrollo:
Huevos: son de color blanco y forma oval de 1 mm de largo y 0,25 mm de ancho con la superficie cubierta por un reticulado característico. Las hembras depositan sus huevos en las zonas protegidas más cercanas a sus presas existiendo una correlación entre el número de huevos depositados y número de pulgones presentes.
Larvas: son de coloración verde a crema, con forma de gusano en el que sólo se distingue una boca. Cuando alcanzan su máximo desarrollo dejan de alimentarse y se transforman en una pupa de 5 mm. Al cabo de 5 días emerge el adulto.
Existen empresas que se dedican a la comercialización de especies de sírfidos depredadores de plagas, principalmente de la especie Sphaerophoria rueppellii. De todas formas, lo más recomendable es favorecer las condiciones adecuadas en la huerta para el establecimiento de sírfidos depredadores nativos. Para ello lo mejor es mantener el máximo número de flores de diferentes colores y alturas durante el mayor tiempo posible del año. Por ejemplo, flores de lobularia marítima, hinojo, caléndulas, jaramagos, romeros, madreselva, etc. Es muy importante que dentro del diseño de nuestra huerta dejemos que plantas cultivadas se vayan a flor, así como incluir plantas biodiversas que florezcan en distintas épocas del año en función de la climatología y del tipo de tierra de nuestras huertas.
CERAI Aragón. Equipo de Dinamización Local Agroecológica