La salud del tomate

La base fundamental en el cultivo del tomate radica en un buen manejo de la tierra evitando que haya excesos o deficiencias de nutrientes, lo cual condicionaría el desarrollo de plagas y enfermedades además de influir en gran manera en la mayor o menor variabilidad microbiológica del subsuelo.
Pese a escoger preferentemente planta de variedad local y que haya sido producida de forma sana con los cuidados señalados en números anteriores, pueden aparecer algunos problemas.
Heliothis o Helicoverpa armigera: larva de lepidóptero que se introduce en el interior del fruto del tomate provocando galerías. Una buena medida de control es aplicar Bacillus thuringiensis var. kurstaki al 0,1% cuando se detecte presencia de la larva, y colocar trampas delta con feromonas de atracción para machos.
Tuta absoluta: pequeña larva de lepidóptero que en sus primeras fases produce galerías en las hojas y pasa posteriormente al interior del fruto. Colocar trampas nocturnas de luz y agua para capturas masivas junto a trampas de feromonas para la captura de machos, nos ayuda a detectar los momentos más indicados para realizar aplicaciones. Usaremos tanto Bacillus thuringiensis al 0,1% como repelentes a base de extractos fermentados de ajenjo, artemisa y lavanda. Estos preparados se aplican al 5%, vía foliar por la tarde.
Mosca blanca: se controla principalmente instalando trampas adherentes de color amarillo. Cuando se detectan los primeros adultos se procede a la aplicación de macerado de ajo en aceite al 5%, aplicadlo por la tarde.
Araña roja y ácaro del bronceado: su control puede realizarse de forma física con aspersión o nebulización de grandes cantidades de agua sobre las hojas en las horas de más calor. Se complementa con la aplicación de arcillas caoliníticas, tierras de diatomeas o caldo de ceniza por la tarde. Es muy importante que la aplicación de estos productos se concentre en el envés de las hojas y en la parte media inferior de la planta. Otro importante factor preventivo es evitar la presencia de polvo manteniendo cubierta vegetal o un acolchado de paja.
Hongos y bacterias: aplicar polisulfuro de calcio, tanto a la tierra como a la planta antes del desarrollo de las primeras flores, es una interesante estrategia de prevención para evitar la proliferación de enfermedades. Una vez que se han desarrollado las fl ores la aplicación de decocción de cola de caballo al 10% junto a extracto fermentado de ortiga al 5% mantendrá una adecuada sanidad de la planta. Posteriormente, aplicar bacterias ácidolácticas al 10% o tierra de diatomeas al 3% o caolín al 5% o caldo de ceniza al 5% favorece una adecuada sanidad del cultivo.
CERAI Aragón. Equipo de Dinamización local Agroecológica