Alimento para despertar en primavera

Si en el Cuaderno del huerto de invierno os explicábamos cómo mantener la fauna auxiliar que hiberna en nuestro huerto fue con la intención de que en primavera resurja lo antes posible y comience a trabajar con nosotros manteniendo las potenciales plagas en niveles aceptables. Para ello es muy importante que la fauna depredadora tenga un alimento con el que reponerse del desgaste invernal.
Cuanto más crudo es el invierno, más explosiva y puntual suele ser la reaparición de la vida, y por tanto más importancia cobra la disponibilidad de alimento, recién entrada la primavera. Si cultivamos en zonas más cálidas el invierno sólo ralentizará un poco los ritmos, y la estrategia consistirá en mantener constante el nivel de alimento y refugio durante todo el año.
¿Y qué alimento? Pues básicamente polen, néctar y, por supuesto, insectos. Las praderas variadas constituyen una fuente de estos tipos de alimento. Ya sean espontáneas o sembradas conviene tenerlas cerca o dentro de nuestro huerto, pudiendo ocupar parcelas no cultivadas entre otoño y verano. Su expresión más mínima serían los ribazos no ocupados por matorral.
Como si de un buen pasto se tratara, las praderas ofrecerán alimento en forma de polen primaveral si contamos con especies de géneros como Bromus, Artemisia, Diplotaxis, Hordeum, Lolium, Capsella, Sinapis y otras menos comunes que florecerán al entrar la primavera. Además, algunas de ellas como las del género Hordeum pueden atraer pulgón amarillo de los cereales (Metopolophium dirhodum) que alimentará adultos de mariquitas, pero no supondrá problemas en nuestros cultivos hortícolas. Sobre las leguminosas presentes en nuestra pradera prosperarán las primeras colonias de pulgón negro (Aphis fabae) que alimentarán a su vez a las primeras generaciones de himenópteros parasitoides y sírfidos. La diversidad presente en la pradera hará muy difícil que estos pulgones negros prosperen a nivel de plaga, pero siempre es bueno vigilar los ápices de nuestras habas y guisantes.
Una práctica interesante para fomentar la actividad de los carábidos cuando el tiempo aún es frío es el compostaje en superficie. El estiércol tapado con paja supone un hábitat oscuro y caliente que fomentará este género de insectos, que además de a depredadores de plagas alimenta a depredadores de escalones superiores en la cadena alimentaria como reptiles, anfibios y aves.
Como ya hemos leído antes en esta revista, especies de floración temprana como ciruelos, espinos, sauces, endrinos, aliagas o retamas –entre muchas otras– no pueden faltar al completar la oferta para nuestra fauna auxiliar.
CERAI Aragón. Equipo de Dinamización local Agroecológica