De la mano del TTIP y de su voluntad de alcanzar una "coherencia reguladora", los intereses comerciales pasarían a ocupar el primer lugar, denuncian sus detractores, arrinconando tanto el principio de precaución, que ha regido hasta ahora la regulación alimentaria europea, como la seguridad y la soberanía alimentarias o los derechos de los consumidores. Así, advierten de que esa buscada "coherencia" será, muy probablemente, una coherencia a la baja que validaría las legislaciones menos exigentes y acarrearía una importante desprotección para todos los eslabones del sector alimentario. Una de las vías que se barajan para alcanzar esa coherencia normativa podría consistir en establecer un sistema por el que un producto o sustancia admitida en una de las regiones pasara a ser automáticamente aceptada en la otra. De ese modo, sería posible importar un producto que, durante su producción, no ha cumplido todos los requisitos normativos exigidos en el país receptor.
VSF Justicia Alimentaria Global, por su parte, alerta en un informe sobre las afecciones que el tratado tendría sobre la seguridad alimentaria, señalando a procedimientos implantados en los Estados Unidos y por el momento no autorizados en Europa, una brecha normativa que podría difuminarse hasta desaparecer con la aprobación del TTIP. Así, la organización señala diferencias en la producción agrícola como el tratamiento de los alimentos mediante radiaciones ionizantes, por el momento solo autorizado en Europa para hierbas aromáticas secas, especias y condimentos vegetales, y relativamente habitual en los Estados Unidos. VSF también señala en su informe a la diferencia normativa en cuanto al uso de plaguicidas y agrotóxicos, ya que muchos de los utilizados en Estados Unidos no están autorizados en Europa, así como a la diferencia entre los niveles de estas sustancias permitidos en los alimentos destinados al consumo en una y otra región.
Las distintas organizaciones que se oponen a la aprobación de este tratado insisten en que este podría dar un impulso aún mayor a un modelo agroindustrial que se apoya en los monocultivos en grandes extensiones y el uso intensivo de agrotóxicos. De la mano de este modelo, alertan, la tierra y su fertilidad, el aire, el agua y la biodiversidad resultarían aún más dañados. También pequeños agricultores y campesinos podrían verse obligados a abandonar su forma de vida, mientras que aumentaría el riesgo de contaminación de los cultivos ecológicos y el conjunto de la población se encontraría expuesto a las implicaciones del TTIP en cuanto a seguridad alimentaria. Frente a este escenario, la responsable del área de agricultura y alimentación de Amigos de la Tierra, Sandra Espeja, insiste en la necesidad de "recordar a la Comisión Europea que un acuerdo de comercio no es el documento adecuado para decidir sobre la alimentación de la ciudadanía".
http://noalttip.blogspot.com.es/
La Fertilidad de la Tierra, Apdo. 115, 31200 Estella (Navarra) Spain - Tel. 948 539216 - Email: Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.