La utilización de los abonos verdes además de ayudar a proteger, favorecer, estructurar y aumentar la fertilidad de la tierra es una de las labores más interesantes en el control de las adventicias. El control que se consigue es por competencia. Recubren rápidamente la tierra sofocando a las otras plantas en plena germinación e impidiendo que otras lo hagan. En el “Cuaderno del huerto” del nº 46 hablábamos de los principales abonos verdes para el control de adventicias. Ahora vamos a detallar un abono verde de otoño muy interesante en terrenos con muchas adventicias: el centeno. Se puede sembrar desde agosto a noviembre (según zonas) y tiene la ventaja de realizar una buena ocupación del terreno, con un sistema radicular desarrollado, profundo y muy ramificado beneficioso por el efecto estructurante de la tierra.

El inconveniente es que debe permanecer largo tiempo en el terreno para el control adecuado de las adventicias. Diversos estudios muestran también su acción alopática secretando toxinas que inhiben la germinación y desarrollo de adventicias. La dosis de siembra es de 100 kg/ha (100 g/10 m2) en un terreno bien preparado y la profundidad de siembra de 3-4 cm. Su desarrollo variará según zonas climáticas. Es durante el invierno cuando germina y empieza a crecer despacio, pero es al inicio de la primavera cuando se desarrolla rápidamente y comienza su labor de competencia con las adventicias. Para una mayor efectividad se asocia con una leguminosa veza, trébol… Al principio de la floración cortaremos la masa verde para después incorporarla a la tierra, algo que suele ser complicado. Por eso hay quien recomienda mejor –aunque suponga un inconveniente– arrancar las plantas en vez de enterrar. Si elegimos incorporarlo lo haremos superficialmente varios días después de trocearlo y dejarlo secar en el lugar. En la incorporación podemos incluir una ligera labor y después esperaremos dos semanas más para poder sembrar un nuevo cultivo.

El control de adventicias le llevará varios meses: un ciclo completo de la planta de centeno. Por eso, si ese terreno en el que queremos controlar las adventicias va a ser ocupado inmediatamente por un cultivo principal de primavera, hay que pensar o bien en otro abono verde, o en cortarlo muy pronto para evitar la dificultad de erradicar el centeno y la absorción de gran cantidad de agua.